Y 18 medallas para la representación española, que la verdad ignoro si está muy bien eso, o está muy mal. Sé que para las de Barcelona, últimas olimpiadas de las que tengo algún recuerdo, se consiguieron unas pocas más. Pero como dicen, lo importante es haber participado.
Y esto me lleva a recordar que Mortadelo y Filemón también han hecho de las suyas en estos eventos deportivos desde hace la friolera de 32 años, justamente comenzaron su andadura en Gatolandia 1976 (rebautizada así tras un primer título, "En la Olimpiada", justo cuando se celebraba en Munich en 1972). Tras eso, Moscú 80, Los Ángeles 84, Seúl 88, Barcelona 92, Atlanta 1996,Sidney 2000,Atenas 2004 y Pekín (Beijing más bien) 2008. El punto culminante se dio con la obra maestra que supuso "Los Ángeles" como aventura de los agentes. Tras eso, olimpiada a olimpiada, la calidad y originalidad ha ido en descenso, repitiéndose fórmulas y argumentos continuamente.
Una pena, por que las tres primeras olimpiadas fueron geniales, y de la primera a la segunda hubo un toque de continuidad inusual para la época. En las siguientes viñetas lo pueden comprobar:
También les ofrezco otra curiosidad. Este póster completaba las páginas centrales del especial Olimpiada del humor, publicado en 1984 y que contenía una historieta de 6 páginas autoconclusiva que no es más que una burda manipulación de Moscú 80, ahora titulada "Olimpiada 1984" y que contiene las páginas 2, 3, 23, 24, 43 y 44 de la historieta mencionada. Cosas de Bruguera en sus últimos coletazos. Además el especial entre otras páginas, incluía una historia de Pelé de 30 páginas. El póster central es sin duda lo mejor del tebeo, realizado por un Ibáñez en plena forma, con la única salvedad de que no está muy puesto en lo que a olimpiadas se refiere, pues se celebran cada cuatro años, no cada diez como refleja el podio.
El mismo dibujo, pero esta vez retocado, aparece como contraportada del Super-Humor dedicado a las olimpiadas. Los gestos serios de los mortadelos se tornan en sonrisas. Y los premios (Mortadelo de oro y aros de oro y plata) se trocan por los correspondientes a casa olimpiada disputada. Se nota que los cambios los ha hecho el mismo autor, y la verdad es que no "cantan" para nada. Le ha salido la jugada redonda.
Para terminar, si alguien se quedó con ganas de lucir medalla, les encomiendo a su búsqueda en rastrillos y similares, de aquellas que regalaba Bimbo hará la tira de años, que aunque de menor valor monetario, si es cierto que tienen un encanto especial.