viernes, junio 13, 2014
Filemón se ve doble
En el Tio Vivo extra de verano de 1961 Ibáñez participó con varias páginas de chistes y ocurrencias, además de la habitual de 13 Rué del Percebe, pero no hubo página de Mortadelo, este se haría habitual de la cabecera algunos años después. Cifré se encargó de la página 3, que normalmente incluía una una escena con un popurrí de personajes de la revista haciendo de las suyas.
Aquí viene lo raro. Junto a personajes propios como Golondrino Pérez o Don Furcio Buscabollos, y otros ajenos como Tenebro, Blasa o el caco Bonifacio, Cifré dibujó dos Filemones en lo alto de un cohete. El lacito y los dos pelos los delatan. ¿Sería una borma privada, y uno de los filemones era Mortadelo disfrazado? ¿Un error del dibujante?.
¡Nada de eso! Ellos son Marcelo y su hermano gemelo, de Conti ("Aquí tienen a Marcelo y su hermanito gemelo", 1959-1975). Una creación para Ven y Ven y DDT. La confusión viene en que los hermanos gemelos portan tres pelos, y Cifré en el Extra sólo les ha dibujado dos. Curioso, ¿verdad?
jueves, junio 05, 2014
Despertador "Gong"
El primer objeto de merchandising sobre Mortadelo y Filemón nació al poco de publicarse la revista "Gran Pulgarcito" en 1969. En varios de sus números aparecieron anuncios publicitarios, ilustrados por Ibáñez, sobre un reloj despertador fabricado por la marca española Gong.
Hace escasos días he podido conseguir uno de estos originales despertadores, que incluyen una extraña ilustración de los personajes, con Filemón y su camisa verde, y Mortadelo disfrazado de tortuga. ¿Realizada de propio por Ibáñez para el reloj?. Sí lo parece, pues el entintado es del autor.
El despertador va a cuerda, y al hacerlo funcionar el tica tac suena con tal fuerza que ignoro si por sí mismo el aparato provocaría el insomnio de los más pequeños. El timbre, igualmente, es capaz de resucitar a un muerto. El reloj-despertador es igual a cualquier otro de la misma marca, con la excepción de la aparición de los agentes, claro. Es de suponer que el enorme éxito de este merchandising abriera las puertas a todo lo que llego después, que fue mucho y variado.
lunes, junio 02, 2014
32 Salón Internacional del Cómic de Barcelona
Con unos días de retraso, pero aquí llega el artículo dedicado al reciente Salón del Cómic de Barcelona, redactado por Latro, colaborador de Bajo la Máscara, la web dedicada al trepamuros. En esta ocasión, servidor de ustedes y picapedrero, no pudo acudir a tan magno evento por razones laborales. No obstante les puedo asegurar que las filas para la firma de Ibáñez fueron de quitarse el hipo. ¡Y no soy adivino!
Les dejo con las palabras de Latro, disfruten del artículo:
Como cada año, la cita con el Salón de Barcelona, junto al de Zaragoza, es el evento comiquero más esperado por éste que suscribe. Hace falta muy poco para contentarme, porque la base para disfrutar de él es en gran parte ajena a la Organización de estos actos que solo puede mejorar una experiencia ya de por sí magnífica. Y es que el encuentro -y el reencuentro- con otros aficionados marca el tempo de esos días(el Salón como punto de reunión), además de la caza de tebeos para completar colecciones. Pero como esta parte del Salón es la más personal, supongo que también es la que menos puede interesar al lector, así que pasaremos a la que vivimos como asistentes a la propuesta de Ficomic para este 32 Salón Internacional del Cómic de Barcelona...
Para empezar, el cartel realizado este año por Carlos Pacheco es un canto al deleite especialmente del lector de superhéroes, ya que ellos son los protagonistas del mismo. Un género habitualmente despreciado por una parte de los aficionados al medio, pero el más popular, toma el mando en exclusiva para promocionarlo ante todo el país. Sin embargo, la habitual polémica con él no vino marcada por las bondades o las maldades de su diseño, si no por los derechos de imagen de aquellos héroes en él dibujados, teniendo que modificar los trajes para que no representaran a los personajes que claramente eran. Un hecho totalmente ridículo y una mala reacción, a mi juicio,de las grandes editoriales por ir precisamente en contra de su beneficio.
Aunque nunca el Salón ha tenido un subtítulo, pocas veces como en esta ocasión ha tenido una temática tan marcada, así que si le hubieran otorgado el de "El año del cómic bélico" no habría extrañado a nadie. La guerra, y su traslación al comic, ha sido protagonista de la casi totalidad de las charlas en una de las dos Salas de Actos instaladas en la feria, acondicionada al efecto con sacos de arena asemejando una trinchera. El primer día -el jueves- comenzó fuerte, con el gran Paco Roca hablando de "Los surcos de la historia", en clara referencia a su última historieta, "Los surcos del azar", que finalmente ganaría el premio como Mejor Obra de Autor Español publicada en España en 2013. La guerra, en su parte más "lúdica", inundó un pabellón entero del recinto con tanques, jeeps, muchos recreacionistas con espectaculares uniformes de diferentes conflictos(Guerra Civil española, WWII, Vietnam...), en escenarios muy trabajados y stands variados, desde Reporteros sin Fronteras pasando por la Amical de Mathausen hasta otros de venta de merchandising en forma de muñecos y figuras. Acompañando todo esto, una gran exposición con más de 200 originales, con páginas de comics, humor gráfico e ilustraciones de variada temática sobre las contiendas. Aquí sí que disfrutamos de esa mezcla de humor (Rompetechos y Mortadelo) y el drama de la población civil, o la guerra como aventura y fuente de historias con espectaculares planchas en las que los dibujos minuciosos de escenarios y personajes uniformados impactaban por su técnica y belleza.
Una de las partes que más me gusta en las convenciones comiqueras son las charlas, y he de reconocer que éstas han sido este año algo flojas, predominando las presentaciones(muchas de ellas simples promociones del editor) por encima de las mesas redondas. Si bien es cierto que la afluencia a las mismas no es abrumadora, es la mejor forma de conocer a los autores y su trabajo, además de otras de corte algo más "friki"(recuerdo hace unos años una sobre los cascos de Darth Vader).
La localización de las Salas de Actos donde se celebraban, sin separación física dentro del recinto favoreció la asistencia de público(tal vez alguno buscando una silla donde descansar), pero el aislamiento era nulo y la megafonía, aunque no tan activa como en otras ocasiones, interrumpía y molestaba demasiado.
Cabe destacar también la Carpa de los Artistas, una zona donde diversos dibujantes realizaban dibujos por encargo, las típicas Comissions, con algunos resultados espectaculares. Autores de la talla de David Baldeón o Rafa Sandoval se dejaron ver por allí.
En definitiva, un Salón al que siempre es un placer volver especialmente por los amigos con los que allí te encuentras. Mucha gente acude de fuera de Cataluña y Ficomic, conocedora de este hecho, ofrece descuentos para viajar en AVE. Este año además ha tenido que competir en su día grande -el sábado- con el partido final de la liga de fútbol del Barcelona a las seis de la tarde, que sin duda alejó a muchos, no parece que repercutió en la asistencia final según las cifras oficiales, volviendo a superar las 100.000.
Les dejo con las palabras de Latro, disfruten del artículo:
Como cada año, la cita con el Salón de Barcelona, junto al de Zaragoza, es el evento comiquero más esperado por éste que suscribe. Hace falta muy poco para contentarme, porque la base para disfrutar de él es en gran parte ajena a la Organización de estos actos que solo puede mejorar una experiencia ya de por sí magnífica. Y es que el encuentro -y el reencuentro- con otros aficionados marca el tempo de esos días(el Salón como punto de reunión), además de la caza de tebeos para completar colecciones. Pero como esta parte del Salón es la más personal, supongo que también es la que menos puede interesar al lector, así que pasaremos a la que vivimos como asistentes a la propuesta de Ficomic para este 32 Salón Internacional del Cómic de Barcelona...
Para empezar, el cartel realizado este año por Carlos Pacheco es un canto al deleite especialmente del lector de superhéroes, ya que ellos son los protagonistas del mismo. Un género habitualmente despreciado por una parte de los aficionados al medio, pero el más popular, toma el mando en exclusiva para promocionarlo ante todo el país. Sin embargo, la habitual polémica con él no vino marcada por las bondades o las maldades de su diseño, si no por los derechos de imagen de aquellos héroes en él dibujados, teniendo que modificar los trajes para que no representaran a los personajes que claramente eran. Un hecho totalmente ridículo y una mala reacción, a mi juicio,de las grandes editoriales por ir precisamente en contra de su beneficio.
Aunque nunca el Salón ha tenido un subtítulo, pocas veces como en esta ocasión ha tenido una temática tan marcada, así que si le hubieran otorgado el de "El año del cómic bélico" no habría extrañado a nadie. La guerra, y su traslación al comic, ha sido protagonista de la casi totalidad de las charlas en una de las dos Salas de Actos instaladas en la feria, acondicionada al efecto con sacos de arena asemejando una trinchera. El primer día -el jueves- comenzó fuerte, con el gran Paco Roca hablando de "Los surcos de la historia", en clara referencia a su última historieta, "Los surcos del azar", que finalmente ganaría el premio como Mejor Obra de Autor Español publicada en España en 2013. La guerra, en su parte más "lúdica", inundó un pabellón entero del recinto con tanques, jeeps, muchos recreacionistas con espectaculares uniformes de diferentes conflictos(Guerra Civil española, WWII, Vietnam...), en escenarios muy trabajados y stands variados, desde Reporteros sin Fronteras pasando por la Amical de Mathausen hasta otros de venta de merchandising en forma de muñecos y figuras. Acompañando todo esto, una gran exposición con más de 200 originales, con páginas de comics, humor gráfico e ilustraciones de variada temática sobre las contiendas. Aquí sí que disfrutamos de esa mezcla de humor (Rompetechos y Mortadelo) y el drama de la población civil, o la guerra como aventura y fuente de historias con espectaculares planchas en las que los dibujos minuciosos de escenarios y personajes uniformados impactaban por su técnica y belleza.
El Pabellón 2 contenía la parte más "clásica" del Salón:
exposiciones, stands y otra Sala de Actos donde se realizaban presentaciones y
charlas.En cuanto a exposiciones, destacaría la de Batman por su 75 aniversario
con originales y muñecos, además de otra de Lobezno con un contenido muy
similar. Popeye, con tiras y merchandising, una dedicada al emergente comic
autobiográfico-costumbrista y otra centrada en el humor gráfico frente a la idea
soberanista catalana, destacan entre el resto. La que más me sorprendió fue la
de "Purita Campos, más allá de Esther" que, aunque siempre me ha gustado su
estilo, no pensaba que llegaría a cautivarme tanto.
La amplitud del recinto permitía moverse sin ningún problema
entre los stands, cuya disposición ha estado mucho mejor que en ocasiones
anteriores. Se instaló una "Isla de librerías" en donde se concentraron algunos
de contenido y tamaño similar, en los que el material antiguo y alguna novedad
hicieron las delicias de los muchos que allí acudimos. Hubo también librerías,
que ocupaban mayor espacio, fuera de esta zona, destacando entre otras la
zaragozana Mil Comics con abundantes novedades, merchandising y comics firmados.
En todo caso, tiendas y editoriales llevaron su propio programa de firmas y
entrevistas con autores, ampliando mucho la oferta del Salón.
Los fanzines, menos numerosos que en ocasiones anteriores,
gozaron de una localización mejor de lo acostumbrado. Y aunque alguna isla
central estuvo ocupada por la promoción de una peli o una serie, por fin los
puestos de chuches o fuentes de chocolate fueron a una esquina, abandonando sus
posiciones privilegiadas.
La organización también ideó un área dedicada a los niños,
con Doraemon y Shin Chan como reclamo, en el que pudieron pintar, jugar... Y
también se vieron a los pequeños en el Espacio Nintendo, donde se podía
disfrutar de los videojuegos en las diferentes plataformas de la firma
nipona.
En cuanto al ámbito del Salón como industria, de nuevo se
estableció una zona de entrevistas profesionales donde los autores podían
presentar sus trabajos a los editores para que los valoraran, seguro que de ahí
surgen tebeos que veremos publicados próximamente. También dentro de este
terreno podríamos incluir la entrega de premios del Salón, con el siguiente
palmarés:
Gran Premio del Salón 2014
Miguel Gallardo
Mejor Obra de Autor Extranjero publicada en España en 2013
El Libro de los Insectos Humanos, de Osamu Tezuka (Astiberri Ediciones)
Mejor Obra de Autor Español publicada en España en 2013
Los Surcos del Azar, de Paco Roca (Astiberri Ediciones)
Autor Revelación Español en 2013
Clara Soriano por Colmado Sánchez (¡Caramba! Cómics)
Mejor Fanzine Español en 2013
Arròs Negre
Mejor Obra por votación popular
Papel estrujado, de Nadar (Astiberri Ediciones)
Cabe destacar la sorpresa que se llevó Miguel Gallardo por su galardón, el merecido de Paco Roca(con el que nadie parece poder competir) o la tercera vez consecutiva que Thermozero, en categoría de fanzine, se queda sin premio.
Mejor Obra de Autor Extranjero publicada en España en 2013
El Libro de los Insectos Humanos, de Osamu Tezuka (Astiberri Ediciones)
Mejor Obra de Autor Español publicada en España en 2013
Los Surcos del Azar, de Paco Roca (Astiberri Ediciones)
Autor Revelación Español en 2013
Clara Soriano por Colmado Sánchez (¡Caramba! Cómics)
Mejor Fanzine Español en 2013
Arròs Negre
Mejor Obra por votación popular
Papel estrujado, de Nadar (Astiberri Ediciones)
Cabe destacar la sorpresa que se llevó Miguel Gallardo por su galardón, el merecido de Paco Roca(con el que nadie parece poder competir) o la tercera vez consecutiva que Thermozero, en categoría de fanzine, se queda sin premio.
Una de las partes que más me gusta en las convenciones comiqueras son las charlas, y he de reconocer que éstas han sido este año algo flojas, predominando las presentaciones(muchas de ellas simples promociones del editor) por encima de las mesas redondas. Si bien es cierto que la afluencia a las mismas no es abrumadora, es la mejor forma de conocer a los autores y su trabajo, además de otras de corte algo más "friki"(recuerdo hace unos años una sobre los cascos de Darth Vader).
La localización de las Salas de Actos donde se celebraban, sin separación física dentro del recinto favoreció la asistencia de público(tal vez alguno buscando una silla donde descansar), pero el aislamiento era nulo y la megafonía, aunque no tan activa como en otras ocasiones, interrumpía y molestaba demasiado.
Cabe destacar también la Carpa de los Artistas, una zona donde diversos dibujantes realizaban dibujos por encargo, las típicas Comissions, con algunos resultados espectaculares. Autores de la talla de David Baldeón o Rafa Sandoval se dejaron ver por allí.
En definitiva, un Salón al que siempre es un placer volver especialmente por los amigos con los que allí te encuentras. Mucha gente acude de fuera de Cataluña y Ficomic, conocedora de este hecho, ofrece descuentos para viajar en AVE. Este año además ha tenido que competir en su día grande -el sábado- con el partido final de la liga de fútbol del Barcelona a las seis de la tarde, que sin duda alejó a muchos, no parece que repercutió en la asistencia final según las cifras oficiales, volviendo a superar las 100.000.