Revisionando el otro día Abbott y Costello contra los fantasmas (A. y C. meet Frankenstein en el original), del otrora muy popular dúo cómico norteamericano, no paraba de venir a mi cabeza la imagen de Mortadelo y Filemón viéndoselas con los seres más horripilantes. Y es que la influencia de este tipo de cine, el de la comedia clásica americana, en la obra de Ibáñez (y de muchos otros autores) es patente, además de reconocida por el propio autor. El original cóctel de humor y monstruos que nos brindó contra los fantasmas, se ha visto repetido hasta la saciedad en cualquier medio de ocio.
Los precedentes
Mezclar comedia y terror es un recurso que ya usaban genios como Harold Lloyd o Laurel y Hardy en sus cintas mudas. Las casas encantadas daban el contrapunto a las "payasadas" de los antihéroes de turno. En el descacharrante corto de Stan Laurel de 1925, Dr. Pyckle and Mr. Pryde,ya se parodiaba el mito de Jeckyll y Hyde, aunque aqui los gags provenían del mismo actor metamorfoseado en monstruo.El científico loco y su creación serían muy habituales en los cartoons de la warner bros, protagonizados por Bugs Bunny o Silvestre y Piolín.
La película
Pero la sorpresa la dieron los dos cómicos de moda por aquel entonces, Abbott y Costello, para mí muy inferiores a Laurel y Hardy, pero con mejores representantes y compañía, la Universal pictures, que hechó mano de algunos de los iconos monstruosos, por aquel entonces en decadencia, para fabricar una comedia inusual. En 1941, arrasaron con la comedia agárrame ese fantasma, con herencia familiar, y casa encantada por en medio. En 1948, dieron un paso más: tener a Drácula, el hombre Lobo y el monstruo de Frankenstein en la misma película, hilvanar una historia absurda (Drácula, para controlar mejor al monstruo, necesita un cerebro, contra más simple mejor, y el de Costello cumple los requisitos. El hombre lobo quiere impedir todo esto), y meter ahí dentro a los dos humoristas, uno el tonto y otro el listo, y el desastre está servido.
Aunque la mezcla de criaturas monstruosas ya había sido usada por la misma Universal con anterioridad (la zíngara y los monstruos, por ejemplo) hacerlo de esta manera, y siendo respetuoso hasta cierto punto con las criaturas (aunque a Lugosi-Drácula se le vea el reflejo en un espejo) fue toda una novedad que consiguió llenar cines, estrenos a nivel mundial, las más altas cimas de popularidad de Abbott y Costello y la repetición de la fórmula en largos posteriores (con el hombre invisible, dr. Jeckyll, la momia o el propio Boris Karloff). Y la película tiene encanto, más por la parte "terror" que por los comediantes.
Los monstruos
Mortadelo ya había abusado de disfraces terroríficos, e incluso Drácula había hecho su aparición en algunas historietas (en el castillo de ¡A la caza del cuadro!). Fue en la aventura larga Los Monstruos donde dio el do de pecho en cuanto a mitos del cine de terror, echando mano de los de toda la vida y añadiendo unos cuantos de cosecha propia. La pena es que no interactuaran entre sí, ya que cada uno de ellos protagonizaba su capítulo. La visión de los espantajos, que no son más que cacos disfrazados, provoca toda clase de sustos y porrazos en nuestros amigos, al estilo del filme comentado. Además actuan en la urbe, fuera de su entorno más siniestro, cosa que si harán en Pesadillaaa!!. En los que volvieron de allá se vuelven a dar las constantes. Pero es en el los Monstruos, de 1973, donde se da muestra de mayor creatividad y madurez artística.
Mortadelo ya había abusado de disfraces terroríficos, e incluso Drácula había hecho su aparición en algunas historietas (en el castillo de ¡A la caza del cuadro!). Fue en la aventura larga Los Monstruos donde dio el do de pecho en cuanto a mitos del cine de terror, echando mano de los de toda la vida y añadiendo unos cuantos de cosecha propia. La pena es que no interactuaran entre sí, ya que cada uno de ellos protagonizaba su capítulo. La visión de los espantajos, que no son más que cacos disfrazados, provoca toda clase de sustos y porrazos en nuestros amigos, al estilo del filme comentado. Además actuan en la urbe, fuera de su entorno más siniestro, cosa que si harán en Pesadillaaa!!. En los que volvieron de allá se vuelven a dar las constantes. Pero es en el los Monstruos, de 1973, donde se da muestra de mayor creatividad y madurez artística.
Mortadelón, Laurel y Hardy hicieron con tema más o menos de terror: "Do detectives think?" y "Habeas Corpus" en el cine mudo, y "Noche de Duendes" en el sonoro, la que tú dices, es muy divertida pero es más una parodia del "Jeckyll y Hyde" de Barrymore, que una comedia de terror...
ResponderEliminarPerdona por la chapa, pero es por si te pudiese interesar.
¡Diso! Recuerdo todas esas viñetas. Tuve ese tebeo y lo leí hasta la saciedad.
ResponderEliminar¡Qué chulo!
Amigo Choko, de esas que nombras he visto noche de duendes, y las otras dos me suenan menos. Pero no me das la chapa, soy un gran aficionado del cine cómico clásico, y me rio a carcajadas con los genios Laurel, Hardy, Chaplin, keaton o Lloyd.
ResponderEliminarDe hecho comedias así salen con cuentagotas en el cine actual, donde reina la mediocridad en este género.
Amigo Latro, ¿ya no lo tienes?. Jeje, a recuperarlo se ha dicho.
!Saludos a ambos!.
Es curioso, la película de Abbot y Costello que citas ha sido mencionada por el mismo Ibáñez en la mítica entrevista a U como referente de sus historietas.
ResponderEliminarPues no me acordaba yo de esa mención en la citada entrevista, y me quedo sorprendido de lo que hace el subconsciente. La verdad es que no paraba de pensar en los "mortadelos" mientras veía la película.
ResponderEliminarUn saludo.