Disfraces de dentro de un chicle

Qué tiempos más divertidos, comprabas un chicle y dentro te salía el Mortadelo disfrazado. Pedías la hoja al quiosquero, y a llenarla. Ignoro si una vez completada se podía reclamar un regalo, como hacían con otros cromos. En algunos envoltorios se ofrecía un premio, concretamente un "rondo", que según dice era el juego de moda. La cosa tuvo éxito, y el invento se repitió a mediados de los 90, gracias sobre todo a la nefasta serie de animación de BRB. Los disfraces están extraidos de portadas de Super Mortadelo, todas de Ibáñez.