En 1972, Mortadelo había alcanzado unos niveles de popularidad altísimos, motivados sobre todo por la serie de películas realizadas por los estudios Vara. Desde finales de la década anterior, a esta situación se le había sacado el máximo partido por parte de Editorial Bruguera, que había explotado a los personajes de Ibáñez poniéndolos como inidscutibles estrellas en Gran Pulgarcito, concediéndoles un puesto privilegiado en Super Pulgarcito, o regalándole su propia cabecera al agente más pujante de los dos, Mortadelo. Igual que a Pulgarcito le había salido una hermana mayor, la Super, no se podía dejar pasar la ocasión de concederle su homónima a la revista de 6 pesetas, y así apenas dos años comenzada, Super Mortadelo salió al quiosco al precio de 16 pesetas, una pequeña fortuna para la época, como número extra de Mortadelo, y de cadencia mensual, solo reflejada su numeración con un 1 en la esquina de la contraportada. Como los redactores de la casa no andaban muy sobrados de ideas, este nuevo título no supuso un cambio sustancial respecto al ya mencionado Super Pulgarcito, en cuanto a estructura y contenidos. Se obsequió en el primer y tercer números con poster gigante del personaje, y a un Ibáñez agobiado de trabajo, se le requirió que crease ex profeso una plancha de temática cambiante para la página 3 de cada número.
La portada
Una ilustración grande de los personajes, con precedentes en los extras de Gran Pulgarcito y el primer número de Super Pulgarcito, con la que Ibáñez aún no estaba muy famirializado, sería el gancho principal de la publicación. Una tónica que luego se hartaría de repetir en cientos y cientos de portadas, Mortadelo disfrazado, normalmente a la izquierda, y Filemón recriminándole, corrigiéndole o simplemente comentando la jugada. Ilustraciones que cada vez se irían colmando de detalles, haciéndolas dignas de enmarcarse. En los primeros números Sagasty tuvo que echarle una mano al maestro, que este no daba a basto, y le sacó del apuro con varias portadas, algunas francamente bonitas. Como detalle curioso, en el número 3 Filemón es sustituido por un cuatrero anónimo (dibujo de Ibáñez). Digno de mención es que Mortadelo aparece disfrazado de un Superman muy sui generis (con el rayo de Shazam bajo la S), en el número 1, luego Sagasty clona el disfraz en dos portadas más de los primeros números (el 4 y el 5), para que nadie dude que ese Mortadelo es Súper. La página temática
La novedad, como ya dije, fue el encargo de una página un tanto singular. La historieta monotemática, de la que Ibáñez andaba sobrado en el tiempo que llevaba en la editorial, y que la mayoría de autores portaban en su curriculum, tomó aquí un nuevo cariz. La parte escrita cobró más importancia, y el dibujo se hizo más efectivo, al obviar fondos, y al usar una gama de colores de lo más "extraña" y feísta. Como ejemplo un botón, clicando aquí podrán ver la página de presentación de la nueva revista. En ella Ibáñez vuelca toda su mala baba y espíritu crítico, y nos brinda una obra maestra, llena de matices y sobre todo, de puyas para con su entorno editorial. La comunidad de vecinos, el problema de la vivienda, el deportista, los monstruos, mueble a medida, (temas de candente actualidad por aquel entonces) hasta que en cierto momento empiezan a reponerse antiguas páginas del autor, de temas variados de la década anterior, o deportivos , del DDT de los 60, pero como éstas no llenaban el espacio se mezclan con otras de años posteriores (choca el estilo de los personajes) o dibujantes anónimos recrean nuevos chistes de viñeta, para completarlas. El propósito de esa página especial se diluye, y finalmente, desaparecerá por completo. Mortadelo y FilemónEn la aventura del número 1, que se titula ¡super Mortadelo!, y que excepcionalmente completa 12 páginas es curioso contemplar un cambio de entintador avanzada la historieta y un detalle que quizás haya pasado inadvertido.
La original tenía seis páginas, vamos, que los poderes le duraban bien poco a Mortadelo. A Ibáñez, dibujante todoterreno, se le sugirió que, puesto que se trata de un número uno, que todo es tan especial, doblase su duración. Teniéndola como la tenía ya acabada, se le ocurrió una triquiñuela: en la página 5 Mortadelo lanzaba por los aires a Filemón, para que alcanzara la ventana en un edificio alto, provocando un porrazo de estrépito en el Jefe al pasarse de largo. Pues bien, rellenó ese hueco con varias anécdotas, y enlazó con el final repitiendo el lanzamiento de Filemón, esta vez a otro edificio aún mas alto. Y la jugada le quedó casi perfecta, y digo casi por un pequeño detalle. No cambió el 6-A, 6-B de la última página por el lógico 12-A 12-B. Todo no puede ser perfecto.En siguientes números Ibáñez ideó nuevas aventuras, todas de gran nivel, esta vez de entre 4 a 8 páginas, con la aportación de apócrifos como Martinez Osete para que descansara un poco, o la repetición de planchas ya publicadas. Más adelante, harían su aparición aventuras serializadas, siendo la primera, Mundial 82, en el número 124. Otros contenidosRaf, con su inagotable Sir Tim O´Theo, y Vázquez con Anacleto, Abuelita Paz (siendo apócrifos en bastantes ocasiones) y Ali Oli, vendedor oriental (en su primera aparición se repondría, debidamente retocada para eliminar a Rompetechos, esta historieta), Segura con Pepe Barrena y La Panda, Alfonso Figueras con Topolino, Jaume Rovira, despuntanto con unos recién creados Segis y Olivio, fueron los principales baluartes de esta publicación.Pero me dejo dos, que destacaron sobremanera en los primeros pasos de la revista. Doña Urraca, tras la muerte de Jorge, había pasado por diversas manos, pero ahora sería Martz-Schmidt quien la sacaría del pozo creativo sorprendiendo a propios y extraños con una versión más estilizada y creativa de la misma, con historietas serializadas, repletas de detalles, y con uso de personajes secundarios que mejoraban el conjunto. El castillo de Nosferatu fue el primer largo de la amargada señora. Una serie de páginas que merecen volver a ser publicadas en una edición de lujo.El otro personaje estrella de Super Mortadelo, fue Supernova, creación de Victor Alcázar (seudónimo de Victor Mora) al guión y José Bielsa al dibujo, con un estilo muy pop y colorista, con bastantes referencias cinematográficas. Muy original en comparación con las otras historietas "serias" que pululaban por aquel entonces. Una fantasía detectivesca con toques de ciencia ficción, protagonizada por una sagaz muchacha, estudiante de periodismo, que merecen una seria revisión en fecha actual. Muchos coleccionistas atesoran la revista por las peripecias de Supernova.El resto, a destacar Allué con sus Caco y Coco, alguna historieta suelta de otros personajes de menor trascendencia, páginas de chistes a go-gó, la página incisiva de Conti, textos literarios para culturizar al personal, más historietas serias de aventuras y acción, los pasatiempos de rigor, y los Mortadelos, billetes ilusionantes, para recortar y guardar (en el número 1 se regalaban 5000 Mortadelos, casi nada).En el anuncio aparecido en la entrada anterior, se hablaba de Lucky Luke, al cual no se le vio el pelo por la revista. Finalizando
Fueron 169 números mensuales, hasta que se fusionó con Mortadelo, en el 170, manteniendo formato, y pasó a semanal. Super Mortadelo, más valorada por los coleccionistas que su hermana pequeña, es una revista para guardar con amor, que se revaloriza día a día.
Una joya del cómic.