Martínez Osete, conocido sobretodo por ilustrar los pasamientos, fue uno de los primeros apócrifos de las aventuras de Mortadelo y Filemón a principios de la década de los 70. Pero al editor de turno no debió parecerle adecuado la representación gráfica que este autor hacía del rostro de Filemón. Para arreglar el desaguisado se echó mano de Sagasty, hombre-comodín de Mortadelo (y muchos otros personajes) en portadas, anuncios y artículos de merchadising de la editorial. En la entrada anterior veíamos una ilustración suya. En varias entregas apócrifas de los agentes, perpetradas por Osete, Sagasty hubo de sustituir la cara al "Jefe". Comparen los resultados de las páginas ilustradas en su totalidad por el mentado "negro" y las manipuladas por el mencionado dibujante. No deja de tener su guasa todo el asunto.
Un dibujo de Osete sin manipular. Se daba la característica de que este autor conservó la chaqueta roja de Filemón (de los primeros álbumes de los personajes) en algunas entregas.
Una de las primeras apariciones apócrifas de Mortadelo y Filemón. Osete al cien por cien.
Aquí algo cambia. La cabeza de Filemón parece distinta.
Está claro, ha metido la mano otro dibujante.
Aquí pueden apreciar con más detalle el retoque. El trazo grueso de Sagasty contra el más fino de Osete, que por cierto también entintó aventuras largas de Mortadelo.Mi pregunta es, ¿todas estas artimañas engañarían al lector de la época respecto a la autoría de las páginas o sólo lo sumirían en la confusión más absoluta?.
Con todos mis respetos para Martínez Osete... que hombre mas cutre e inexpresivo dibujando a Mortadelo y Filemón.
ResponderEliminarSagasty por lo menos tenía su gracia. Saludos y ánimo que muchos apreciamos el trabajo que haces por este blog.
El apócrifo del apócrifo... Dios! Es una especie de bucle sin salida!! XDDDD En cuanto a la última pregunta que planteas, puedo decir que como lector de MyF (pero profano en los intríngulis de Bruguera hasta que encontré tu blog) en mi caso reinaba la confusión, porque hay cosas verdaderamente de traca. A lo largo de los meses que llevo leyéndote he aprendido a diferenciar entre los distintos autores apócrifos y se me han aclarado mucho las ideas, así que gracias otra vez. Presiento que este mes me va a encantar...
ResponderEliminarEstos artículos me interesan mucho la verdad es que la diferencia te llama pero como tampoco es muy obvia no caes que se otro dibujante.
ResponderEliminarSaludos
Muy fino para ver eso, Mortadelón. La verdad, no creo que el lector medio de la época reparara mucho en el asunto.
ResponderEliminarEs que un crío puede detectar que algo "raro" pasa ahí. Pero a mí, por ejemplo, no me cabía en la cabeza que otra persona que no fuera Ibáñez dibujara los personajes. ¡Me la colaron bien!
ResponderEliminarY lo del negro sobre el negro ya es "pa morirse"...
Cuánta chapuza!
ResponderEliminarCuando era un chaval recuerdo que notaba el estilo diferente de las historias de Martínez Osete... y de otros muchos. Pero, ingenuo de mí, creía que eran de Ibáñez. El problema es que no sabía en qué época del autor ubicarlas... no me cuadraba la cosa.
Lo que se hacia por ganar mas dinero a costa de otros, por cierto la verdad es que es muy curioso esa mezcla de apócrifos, es mas me gusta ese estilo de dibujo de Sagasty, es muy parecido al de la película, el armario del tiempo, alguien sabe si el estuvo dibujando también esta película de animación?
ResponderEliminarTampoco pienso que Osete fuera tan mediocre, quizás no estaba a gusto con el encargo... y los guiones, para qué contar. La principal diferencia, cuando se es pequeño, que nota entre una historieta de Ibáñez y otra que no lo es, es que la apócrifa es tremendamente aburrida. Eso me pasaba a mí.
ResponderEliminarContestando a comiquero, no creo que Sagasty interviniese en el armario del tiempo, si acaso los autores se fijaran en algunos diseños creados por él, pero no me equivoco, la película es de finales de los 60, y Sagasty hasta entrados los 70 no elaboraría mortadelos.
Saludos a todos.
Pues como uno es hijo de dibujante, me fijaba hasta en las telarañas (sí, esas de triangulito que de paso marcaban las esquinas) y sí aprecié el estilo de Osete. Yo tenía distinguidos tres apócrifos: el de estilo primigenio, sin saber que era Ibáñez y que yo atribuía a Vázquez, y lo reconocía por las orejas estilo ensaimada.
ResponderEliminarLuego el de Osete, me llamaba la atención que Mortadelo era apagado, y Filemón muy malo. Solía tener la nariz bastante pequeña. Y sí, las figuras eran "estaquirots" que decimos en Valencia, tiesas, y los guiones ñoños. Luego notaba un tercer estilo que era desvaído y poco trabajado. MI padre me tenía sin duda al corriente del tipo de trabajo "factoria". Osete, pues como todos: más malo que el sebo de rata al principio, aprendiendo a base de copiar y que el talento natural (si lo hubiere)se vaya haciendo sitio entre copias e insìraciones y al final, pues lo que sea cada uno. Y esto vale hasta para Hogarth! Desde luego no le salía el dinamismo de Ibáñez y las expresiones se el atragantaban, no los hacía suyos. Tal vez demasiados años de dibujo académico. Pero reconozcamos su valor, hacer muchos MyF y sin duda, si tantos nos fijamos en los cambios, despertar curiosidad e interés en muchos de nostros, que no es poco!