Un año más, acudí al Salón organizado por Ficomic en Barcelona, y disfruté de lo lindo como viene siendo habitual en las últimas ediciones.
Con menor afluencia de público, este inconveniente para muchos stands, se convirtió en ventaja para el que esto escribe, ya que podía rebuscar por números atrasados sin ningún tipo de agobio. Así que pesqué unas cuantos tebeos que ya tenía ganas de poseer, como el Número especial del 50 Aniversario de Pulgarcito, del que hablaré más adelante, y que no tiene desperdicio.
Ibáñez me dedicó el libro Especial fútbol, con recortes de viñetas, realizado por Ramis, y que asegura unas cuantas risas. Se lo puse difícil, pues le pedí que me hiciera un León Melenas, de los que dibujaba en la revista La Risa de la Editorial Marco, allá por los años 50. Pero como Ibáñez puede con todo, ahí que me lo dibujó. Mientras esto hacía le consulté por la tinta de Raf de la historieta de "
Las embajadas chifladas", e Ibáñez comentó que justo entonces le había dado un pinzamiento y no podía dedicarse a esa parte de la historieta. Otras versiones que circulan por ahí (más creíbles puesto que hace tiempo que el autor no entinta sus propias historietas), es que Raf fue aconsejado por Ibáñez para el entintado ya que el creador de Sir Tim O´Theo se encontraba falto de trabajo.
Grande, la modestia del gran Francisco Ibáñez.
En la cola de firmas paraban otros amigos como Juan Antonio Noé, que me adelantó una exclusiva de lo más jugosa, que ya se contará en su momento, y Chespiro, del blog Corra, jefe, corra, al que no se le escapa ningún dato sobre el Universo Ibañezco. Además, vi por ahí a Magín, Señor Ogro, Katximpo y más gente del Foro de La TIA cuyos nombres no recuerdo.
Asistí a la presentación de la película el Gran Vázquez, autor homenajeado con una estupenda exposición de originales. La charla estuvo amena y divertida, y allí asistieron unos cuantos familiares del finado autor. Contaron anécdotas curiosas y dijeron que habían retratado a Ibáñez con respeto y cariño, echando mano de un actor adecuado para ello. Otra anécdota que me hizo gracia es que decía que Vázquez firmaba los cheques (que devolvía el banco) con la rúbrica "By Vázquez". En definitiva, a todos se nos quedó el cuerpo con ganas de ver el biopic cuanto antes, que seguro será una buena película. Junto al director Oscar Aibar, y el escritor Toni Guiral, estaba Carlos Areces (El bonico de Tó de Muchachada Nui, para entendernos). Y descubrí de este último que es un coleccionista de tebeos hasta las últimas consecuencias, y por ende de todo lo de Bruguera y Mortadelo y Filemón. El malavidero Dionisio Platel y yo departimos con él sobre el coleccionismo y tebeos que a todos nos gustaría conseguir.
Y más cosas que me dejo, sobre todo agradecer a Malavida, Latro, Azagra, Bernal, Chacal, Entrecomics, Viturtia, Minchinela y Miriam, y los que me dejo por esta memoria mía.
Un último y entrañable detalle. Cuando abandonaba el recinto ferial, ya dispuesto para irme a mi ciudad via bus, encontré a Ibáñez (y señora) caminando con paso lento, dispuestos a descansar en un banco, tras la ajetrada sesión de firmas. No quería molestarle, ni preguntarle nada, ni pedirle fotos, pues me dió la impresión de que estaba bastante cansado. No quise irme sin decirle: "Señor Ibáñez, ya le toca descansar". "Sí, así es" replicó sin dejar de sonreir, con ese gesto de hombre amable que le caracteriza. Acto seguido nos despedimos educadamente con un "Hasta luego". Y pensé "Ibáñez es lo mejor que nos ha dado este país, y ojalá esté con nosotros para siempre"...
