El caso es que hace nada me llegó un correo de un aficionado mortadelero en el que me adjuntaba unas bonitas fotos de los bolis en cuestión. Así que repito tema, con el nostálgico comentario del propietario, Javier Tamames Rodríguez:
"No sé de dónde salieron ni desde cuándo los tengo; seguramente fue un regalo de algún familiar. El caso es que de las pocas cosas que conservo de niño están estos dos maravillosos bolígrafos. Lo más sorprendente es su buen estado de conservación: incluso los dos pelos de Filemón están íntegros. Un poco sucios, es cierto, pero no me atrevo a limpiarlos más que con un paño humedecido.
Hemos perdido demasiadas cosas. Esta mañana un compañero de trabajo se lamentaba de todos los tebeos del Capitán Trueno que su madre le tiró. De mis vacaciones infantiles recuerdo una caja llena de «brugueras» en bitono, rojos y verdes en páginas alternas… ¿Qué habrá sido de ellos?"
Estos bolis los vi en una preciosa tienda de juguetes antiguos....
ResponderEliminarPues si vuelves a pasar por esa tienda ya preguntarás el precio...
ResponderEliminarSaludos.
Sigo pensando q esos bolígrafos son una auténtica rareza. Yo poseo el de Mortadelo idéntico al de las fotografías, además de otro q está sin pintar y es de plástico de color naranja. Los conservo desde pequeño como oro en paño. Desconozco también como los conseguí, aunque no los había visto en ningún lugar hasta verlos en esta página. Si te interesa te puedo enviar alguna fotografía.
ResponderEliminarSaludos