COMICLANDIA

En 1972, Chicles Dunkin - Gallina Blanca (la de los sopicaldos), que ya habían probado las mieles del éxito con el álbum de cromos "El medallón robado", fueron un pasito más allá, y sacaron al mercado un coleccionable de los más curioso, pero esta vez dedicado a un buen puñado de personajes. Al irrisorio precio de 10 pesetas (no tan irrisorio en la época), las estampitas se podían conseguir en los envoltorios de los masticables.

Con el título COMICLANDIA ¡famosos de la historieta!, se nos mostraba a lo largo de sus 96 estampas, personajes de Bruguera, de los de risa, pero también de los más serios, como el Capitán Trueno. Criaturas de Raf, Segura, Vázquez, Escobar e Ibáñez entre otros desfilaban por sus páginas, acompañando al cromo con un ripio de lo más desternillante.

Además, cromos de los autores caricaturizados y con una breve semblanza. ¿Qué más se podía pedir? Pues que nos enseñasen a dibujar como ellos, y ahí estaba la sección didáctica, con unos breves apuntes de los pasos a seguir para dibujarse uno mismo un Capitán Trueno o un Mortadelo, entre otros. Más sencillo era dibujarse unos Zipi y Zape, por medio de una plantilla que se regalaba al adquirir el álbum. El esfuerzo fue tan mayúsculo, que ahí se acabó todo el periplo de la marca de chicles en cuanto a publicación brugueriana. El sueño en forma de álbum se acabó ahí. Mirar bajo el envoltorio de los chicles Dunkin pasaría a la historia de los grandes recuerdos de infancia.

La sección didáctica, y las instrucciones para usar la plantilla de Zipi y Zape. Además, sorteos varios para conseguir premios jugosos, a todos aquellos que enviaran su dibujo.

Don Berrinche de Peñarroya, Don Óptimo y Don Pésimo de Escobar, Facundo de Gosset, y Anacleto y su jefe, personajes de Vázquez, apócrifos en estos cromos.

Las caricaturas de autores, excelentes, son obra de García Lorente.

Los personajes más "serios" de la casa, obra del dibujante Ambrós.

Mención especial la doble página dedicada a 13 Rué del Percebe. Todo un acierto.
En las primeras hojas, Segura y su Rigoberto Picaporte se llevaron el gato al agua.

En cuanto a conseguir este álbum, la cosa está complicada. Está practicamente desaparecido, y en sitios de venta de coleccionistas han llegado a pagar un precio elevadísimo por un álbum incompleto (más de 200 euros). Así que conseguirlo entero será un milagro más que una realidad.