jueves, marzo 29, 2007

Increíble, pero mentira


En 1960, Bruguera andaba en plena forma en el mercado tebeístico del país.
Compraría la cabecera Tío Vivo, que pocos años antes se había instaurado como un esfuerzo independiente en el nutrido panorama de semanarios de humor. Can can, DDT y Pulgarcito aumentaban sus tiradas y crecían en calidad y variedad, y nuevos títulos iban surgiendo rutilantes. Fue en Marzo de 1960 cuando apareció en Campeón de la Historietas.


La producción de Ibáñez crecía con ritmo frenético, y su estilo de dibujo se estilizaba para que no se resintiese su calidad. A Mortadelo, la familia Trapisonda y sus múltiples colaboraciones de chistes y secciones en todas las revistas, se les unieron las nuevas series que la editorial le había encomendado para la "pescada" Tio Vivo y la recién creada El Campeón de las historietas. Para la primera, llegaría 13 Rué del Percebe. Para la otra, Ibáñez sacó de la chistera estas aportaciones: Ande ríase usted, con el Arca de Noé, y la que nos ocupa ahora Increíble pero mentira.

Increíble pero mentira era una parodia de las secciones que pululaban por los semanarios de la época, al estilo de "Aunque te cueste creerlo", publicada en Pulgarcito, secciones muy habituales en los 50 y principios de los 60, con objetivo didáctico o sólo para causar sorpresa en el lector, solían aparecer como texto acompañadas de alguna ilustración. Contenía viñetas con chistes, o mejor dicho, exageraciones sobre situaciones cotidianas, pero surrealistas, absurdas pero hilarantes, y a menudo con final desastroso para los protagonistas. Una sátira despiadada de constumbres y tópicos, llevados hasta tal extremo, que se puede considerar a esta serie como una de las más originales de la época, y que posteriormente sería copiada hasta la saciedad (veánse las historietas de Cera y Ramis para el Mortadelo de los 90).

Tras publicarse en el Campeón de las historietas la serie se reeditaría en décadas posteriores, en multitud de cabeceras.

El Campeón de las historietas se publicó semanalmente durante 95 números, hasta su cierre. en 1961. Se acompañó con un extra de verano en 1960 y dos almanaques en el 61 y el 62.
Junto a Ibáñez con sus dos series, vimos a Cifré con Cepillo Chivátez, Vázquez con la familia Churumbel, Nené Estivill con la Pequeña Fifí, Peñarroya con Don Berrinche, Escobar con Aquí tienen a Julito, un terrible gamberrito o Nicasso de Segura entre muchos otros . Para contrapunto a estas series de humor, Carlos Audaz de Buylla, serial de tono realista o El Jabato de Victor Mora y Darnís entre otros. Llegado al ecuador de la revista, ésta tomaría un tono más deportivo con secciones sobre fútbol. Ibáñez sustituyó Ande ríase usted... por Godofredo y Pascualino viven del deporte fino.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Estupenda crónica, amigo Mortadelón. Una serie singular,sin duda, y copiada después hasta la saciedad, como bien dices. Ande Ríase Usté... y Godofredo y Pascualino para otro día, ¿no?

Mortadelón dijo...

!Muchas gracias!
Estas dos otras estupendas series para otro día, sí. Hoy me he querido centrar en la de Increíble pero mentira, aunque ya me gustaría a mi conocerlas mejor y tener los tebeos originales, que los del Campeón están complicados, escasean que da gusto.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Yo solo tengo algunas páginas reeditadas años más tarde en el Tio Vivo, ya en los años 70.

Gordito Relleno dijo...

Esta serie es una de mis preferidas de Ibáñez. Es una pena que en el material clásico que se reeditó hace poco en Super Humor obviaran estas páginas. Enhorabuena por el rescate.

Mortadelón dijo...

Echando a volar la imaginación... No estaría nada mal que los señores de Ediciones B nos ofreciesen un tomo (en tapa dura) con todas las páginas de Increíble, pero mentira, en su bitono original, con su introducción, su cadencia de publicación, etc, etc. A todo lujo. Y seguir mes tras mes con toda la obra de Ibáñez. Ahora que se va a celebrar el 50 aniversario de los personajes, igual se animan y todo.

Gorpik dijo...

No recuerdo ninguna revista de Bruguera llamada Can Can, pero sí Din Dan. ¿Es otra revista o un error en el título?

Mortadelón dijo...

Can Can fue un semanario que llegó a disfrutar de tres épocas, la última de ellas con contenido para adultos.
Era una revista con páginas de humor, y también secciones de texto que chismorreaban sobre el mundo de la farándula. Era una revista no para niños, digámoslo así, una revista satírica para mayores con contenidos picantes (para esos años. Entonces había mercado para este tipo de publicaciones.
Un saludo.