Les comento una historieta del montón y apócrifa, para inaugurar la primavera.
Merlínez, un científico que se volvió tarumba, ha escapado del manicomio y busca venganza, portando como arma su fórmula diabólica: unas semillas que hacen crecer árboles y todo tipo de flores.
Como muchas de las historias ajenas a su autor, calca viñetas originales con total descaro. Además, el dibujo es deslavazado. El rostro de Mortadelo en la primera viñeta es de juzgado de guardia, aunque luego el dibujante se entone.
El diseño de Merlínez, de gorro floreado y un aire al malo de kilociclos asesinos, también se las tre. El ilustrador es incapaz de plasmar al personaje igual en dos viñetas. O le hace la nariz más grande, o con otra forma, o la barba le crece y le decrece. Un descuido absoluto. Quizás lo mejor sea el final, con una viñeta calcada de "Los gamberros", en la que Ofelia descubre el rasgo romático y primaveral del maloso y corre tras él exigiendo boda.
Merlínez, un científico que se volvió tarumba, ha escapado del manicomio y busca venganza, portando como arma su fórmula diabólica: unas semillas que hacen crecer árboles y todo tipo de flores.
Como muchas de las historias ajenas a su autor, calca viñetas originales con total descaro. Además, el dibujo es deslavazado. El rostro de Mortadelo en la primera viñeta es de juzgado de guardia, aunque luego el dibujante se entone.
El diseño de Merlínez, de gorro floreado y un aire al malo de kilociclos asesinos, también se las tre. El ilustrador es incapaz de plasmar al personaje igual en dos viñetas. O le hace la nariz más grande, o con otra forma, o la barba le crece y le decrece. Un descuido absoluto. Quizás lo mejor sea el final, con una viñeta calcada de "Los gamberros", en la que Ofelia descubre el rasgo romático y primaveral del maloso y corre tras él exigiendo boda.
Yo creo que en esta historieta ha intervenido más de un dibujante (Casanyes y otro) por eso hay un estilo de dibujo diferente entre unas viñetas y otras. SAludos.
ResponderEliminarEsta fue una de mis primeras apócrifas, y la verdad me encantó.
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