Antes, me hacía cruces porque pensaba que a los personajes de Ibáñez les habían dejado un poco atrás en cuanto al merchandising, en comparación con personajes belgas y franceses del calibre de Spirou o Astérix, sin duda de tanto éxito o más que estos. Era ver la colección de figuras de Spirou, una maravilla, y pensar qué hubiesen hecho con Mortadelo y Filemón en un caso parecido.
Después de un tiempo, he ido encontrando cosas, algunas de lo más raro, que me han hecho cambiar de idea. Mortadelo y Filemón gozaron de una colección de figuras de metal, de la que sólo salieron cuatro. La historia de una muerte anunciada. Pero esto ya lo contaré otro día.
Ahora me voy a centrar en tres objetos de coleccionismo que me han provocado quebraderos de cabeza.
Un resumen de la historia
Son tres las grandes etapas de merchandising según mi entender. La primera, tras el fulgurante éxito de las películas y de la revista Mortadelo, y la aparición del personaje en el spot de Mirinda en 1974, Romagosa licenció un nutrido número de artículos de personajes Bruguera. Desde marionetas, juegos de mesa, caramelos, llaveros, muñecos de goma, etc. Una marabunta de la que ha llegado bien poco hasta nuestros días.
La segunda etapa la enmarcaría dentro del resurgir de la revista Mortadelo tras el cierre de la cabecera semanal y su fusión con Super Mortadelo
en 1984. En este blog pudimos ver una muestra de gran parte de los artículos. La tercera etapa, la que menos me interesa, ya en Ediciones B y compartida con BRB que emitía con éxito la serie de los personajes. Peluches, camisetas, despertadores, etc.
Pero claro, luego están los otros artículos, que no se enmarcan en ninguna de estas tres etapas, y que no se sabe muy de donde han salido, o quien los ha comercializado.
EL GRAN GUIÑOL DE MORTADELO Y FILEMÓN
En 1980
Famosa fabricó unas marionetas fantásticas de Mortadelo, Sacarino y Zipi y Zape.
Grimpola ya había tocado este tema en 1974.
Pues bien, en 1983,
comercial Trives (Elche) sorprendió con nuevas
marionetas de los personajes. La empresa también fabricó marionetas de los pitufos, que yo sepa.
Según se puede observar, en vez de un risueño Mortadelo como en Famosa, se nos presentó a un personaje lleno de mala baba. Un Filemón gritón, y sin sus dos pelos, para no variar, lo acompañaba en la caja. Una caja adornada para la ocasión (a diferencia de la de Famosa) con extrañas viñetas de Mortadelo disfrazado, y unos dibujos que para nada intentan imitar el estilo de Ibáñez, al contrario. Me gustan por haberse desmarcado de la mera copia. Con manos de plástico esta vez, Filemón lleva la tela al revés, el rojo donde debería estar el blanco, y viceversa. Mortadelo es el más logrado de los dos. Ignoro si llegó a las tiendas, supongo que sí, pero a saber. Jamás había oído de ellas hasta hoy.
¡AL NIÑO DEL CARAMELO LE HA TOCADO UN MORTADELO!
El Mortadelo muñeco, de nuevo con Mortadelo "mala leche!, y perfectamente realizado. Tengo la teoría de que provenía de una tómbola. En los años 80 solían sortearse u ofrecerse como premio en casetas de feria este tipo de muñecos. Las manos y los pies son estándar, y similares a otros muñecos del mismo estilo, como el Macario de José Luis Moreno. Pero estoy hablando de un Macario no oficial, de uno fabricado para las tómbolas y que responde al nombre de "Onorio". O sea, merchandising no oficial en ningún caso y que se aprovecha del éxito de un personaje del momento. Rockefeller, Macario, Doña Rogelia, Mortadelo y Filemón...
EL CASO DE LOS PLATILLOS LOCUELOS
El Mortadelo de los platillos de Juypem. También había un Filemón (de nuevo cabreado), y un Sacarino y un Carpanta y un Zipi. Entrañables muñecos a cuerda, licenciados, que se anunciaban en las revistas Bruguera. Es de suponer que su fabricación no sería moco de pavo, pues las ropas de tela estaban detalladas y se realizaban de varios tejidos. También usaban un pegamento para las junturas de la ropa que dejaba mancha. Un juguete muy digno y coleccionable.
Luego hay más fenómenos extraños, pero los dejaré para otro día (si descubro algún dato sobre ellos).
En Resumen, que si uno quiere ser coleccionista de merchandising de Mortadelo y FIlemón, que se vaya armando de paciencia (y que vaya ahorrando ya de paso).