sábado, agosto 19, 2006

Actualidad: Olé Nº174

Inauguro esta sección en la que comentaré las historias recién publicadas en formato Olé.

EL KAMIKAZE REGÚLEZ

Es bien sabido que en los últimos tiempos las historietas de Mortadelo se han estancado en una fórmula de autocomplaciencia ya desgastada con el paso de los años. Pienso que el punto de inflexión fue el final de Bruguera, y el inicio de la andadura del personaje primero en Grijalbo y luego en Ediciones B del Grupo Z. Desde entonces ha habido altibajos, con historieas mejores que otras, claro está, el nivel gráfico es correcto, pero el guión echa mano de gags ya muy usados, sucesos actuales que al poco quedan desfasados en su mayoría o repetición argumental desesperante.


El Olé 174 sigue la tónica afianzada. Se trata de encontrar al malo de turno, Regúlez, y desplazarse por diferentes escenarios para evitar las fechorías del individuo. Por supuesto, las acciones resultantes de la intervención de los dos zanganos, serán más destructivas aún. Analicemos con detalle:
La aventura comienza con los dos cabestros en la pensión el calvario (se establece continuidad con números anteriores). Mortadelo ha fabricado trampas para evitar que entren agentes enviados por el Super. Acabaron en las garras de su superior atrapados por él mismo. Les pregunta si saben lo que es un Kamikaze y por supuesto la cultura general de los dos pollinos es nula (este gag ha sido usado infinidad de veces, por ejemplo en los Ángeles 84). El Super es cuenta la historia de los kamikazes y del Regulez en cuestión. Las 8 primeras páginas y la intro de cada parte (la Ofelia se chiva donde están los agentes al Super, suelen estar beodos perdidos, y luego se la gastan al Bacterio al malinterpretar las órdenes del Super) son lo mejor del tebeo.
Uno de los mejores gags, el de los "dromedarios"

El resto son escenarios como el zoológico (en el cual eliminan a la plana mayor de la política catalana, uno de los mejores gags del tebeo), la embajada rusa (con el perro que acompaña a los agentes y que les hace la vida imposible) y al fin, la sede de la TIA. Pero me dejo un sitio: ¡un cementerio! (solo se había usado este espacio en la aventura Pesadilla), creándose una serie de gags de humor negrísimo y por momentos desagradable, que en otros tiempos hubiese sido vetado al instante.
Disfraces poco vistos. de Parca y de Lápida

Asimismo el autor tira de un lenguaje que resulta chocante, y creo que inapropiado: usar palabras como tontolculo, domingas o "pirula" pues como que no les pega... El final de la historia, con explosión al canto,visto antes cientos de veces, pero lo de que le toca la lotería al Regúlez y se va a vivir la vida, es un recurso demasiado precipitado y fácil para darle carpetazo al personaje.


Ser feo y rico no es incompatible

En resumen, este olé 174 es uno más sin nada destacable.

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