El gag de la pared, recurso humorístico usado por Ibáñez en varias ocasiones, que proviene principalmente de dos momentos inolvidables del cine cómico americano.
Buster Keaton lo usó magistralmente en Steamboat Bill Jr. de 1928. Un tornado va destruyendo todo a su paso. La fachada de una casa cae, y por los pelos, no aplasta al actor cómico, tanto en la pantalla como en la vida real. Fue una escena peligrosa de rodar, como cuenta el propio actor. Si la pared se hubiera deslizado hacia un lado, habría caído encima de él y, bueno, mejor no pensarlo.
Otro momento para el recuerdo, cuando Harpo Marx aparece por primera vez en Una noche en Casablanca (A night in Casablanca, 1946), apoyado en la pared de un edificio. Un guardia le conmina a alejarse de ahí, y al dejar de sostener la pared, que era lo que hacía, el edificio se derrumba.
Ibáñez siempre tuvo presente los gags del cine cómico. El humor frenético de sus historias bebe en gran parte de aquel cine grandioso que fue la comedia americana en la primera mitad del Siglo XX.
Ibáñez siempre tuvo presente los gags del cine cómico. El humor frenético de sus historias bebe en gran parte de aquel cine grandioso que fue la comedia americana en la primera mitad del Siglo XX.
1 comentario:
Muy bien apuntado, Mortadelón.
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