Historietista novel

Ya conté por aquí que en el Super Mortadelo apareció una sección de una página, la número 3 de la revista, en la que Ibáñez se despachaba a gusto con diferentes asuntos de la época o de lo que fuera. Comenzando con el nacimiento de la misma cabecera, hablando de los problemas de vivienda, la comunidad de vecinos, etc. Así hasta el número 8, inclusive. En el número 9 seguía la firma de Ibáñez, pero con material reciclado de muchos años atrás, de Tio Vivo o DDT en la década anterior, o sea los 60. Vázquez también haría su aparición con cosas antiguas en la mentada sección.
Ibáñez se había volcado en la elaboración de la página temática, con guión y dibujos de sublime para arriba, y claro, el autor estaba muy ocupado dando vida a todos sus personajes como para poder seguir con ella.

Cuando parecía que no íbamos a ver ninguna más de esas secciones de curiosidades que tan bien se le daban a Ibáñez desde siempre, llegó el número 13. Y ahí aparecería la que sería última aportación de esa clase de viñetas, alejado de los personajes de éxito. Una historieta magnífica, titulada "Historietista novel", en la que Ibáñez descargó toda su mala baba, todo su odio (hasta cierto límite) hacia ese personaje singular que tanto daba la tabarra a nuestro autor favorito. Este que suscribe, sin ir más lejos, envió a Ibáñez unos dibujos, llenó de ilusión, y ¡hasta recibió respuesta!. Pues bien, después de leer la plancha (clicad para verla en grande)se darán cuenta de que cualquier respuesta benevolente del autor es puro fingimiento.